El último 8 de noviembre se cumplieron cien años del nacimiento del más importante historiador de Cañuelas hasta el momento. Lucio Vicente García Ledesma nació el 8 de noviembre de 1909 en Buenos Aires y llega a nuestro pueblo recién en 1936. A través de minuciosos estudios, fue creando las primeras bases documentales para la historia de Cañuelas, su libro, de igual nombre, publicado en 1979 y reeditado en 1994, sigue siendo hoy el punto de partida y único texto para conocer nuestra historia desde sus orígenes.
Don Lucio –como lo llamaban- ocupó la presidencia de la Biblioteca Sarmiento entre 1986 y 1992. También fueron relevantes sus estudios en lo que hace a la historia de esta institución, (La Biblioteca Franklin en el libro de García Ledesma) rastreando sus orígenes en la antigua biblioteca Franklin del partido en el libro de Marcos Estrada “El Dr. Pedro D. Quiroga, Promotor de la Primera Biblioteca Popular”.
Introducción de las Bases Documentales para la Historia de Cañuelas, por Lucio V. García Ledesma
En este año 1979 tan rico en rememorar acontecimientos históricos, el Partido de Cañuelas ha cumplido 172 años de vida. Vamos, en su homenaje, a desentrañar su origen y su ámbito dentro de la Provincia de Buenos Aries.
Entre los pagos de la Magdalena y Matanza existía un paraje llamado de las Cañuelas desde la época de la conquista. El testimonio más antiguo que hemos hallado se remonta al año 1686 en que se habla de la cañada y de la laguna de Cañuelas.
Desde 1780 el pago de las Cañuelas dependía de los Alcaldes de Hermandad de San Vicente, hasta que se suprimieron los Cabildos de origen hispánico. La Ley del 28 de Diciembre de 1821 creando tres departamentos de campaña, ubica a Cañuelas dentro del primero, y con el Decreto del 22 de Enero de 1822 nombrando la justicia de paz, surge como partido. Es de entonces que sus límites abarcan toda la cuenca sur del río Matanza. Era Partido de Cañuelas parte del actual Esteban Echeverría, con los pueblos hoy de Ezeiza y Tristán Suárez hasta el arroyo Cañuelas, tan extenso que consideramos importante dar luz sobre su origen.
Desde la época colonial el valle de la Matanza al sur del mismo río, ha sido el lugar del nacimiento progresivo de la frontera en sus adelantos y retrocesos según el momento vivido.
Hay hechos que son historia dentro del pago, por el que han pasado muchos de nuestros próceres en busca de sus glorias y de sus derrotas a veces. Hemos tenido enfrentados, al Gobernador interino de Buenos Aires, don Juan Lavalle, y al Comandante General de Campaña, don Juan Manuel de Rosas, acampado en la estancia de Miller llamada “La Caledonia”, los dos en sus respectivos campamentos, hasta llegar a la Convención de Cañuelas, que se realizó en la mencionada estancia.
Vamos a historiar viejas estancias precursoras. “La Caledonia”, cuna del mejoramiento de la raza vacuna, con su famoso toro “Tarquino”; “Los Remedios”, la primera estancia alambrada en todo su perímetro; “La Figura”, cuyo fundador fue el Ingeniero Carlos Enrique Pellegrini, padre de nuestro presidente Carlos Pellegrini; “La Campana”, de los hermanos White, con antigüedad colonial; “La Pastoril de Merinos” y “La Martona”, cuna de nuestra industria lechera.
Veremos nacer nuestro pueblo, veremos llegar el primer ferrocarril de Barracas a Cañuelas, el nacimiento de nuestras escuelas, la primera escuela agrícola de la República y todo el palpitar de vida de una colmena humana plasmando este Partido.
Lucio V. García Ledesma
Cañuelas, 1979
Sus libros y cuadernos, para leer siempre
La Biblioteca Sarmiento es lugar donde hay mayor cantidad de material bibliográfico de García Ledesma accesible al público. Las “Bases documentales…” en sus dos ediciones y los Cuadernos del Pago que editaba la Municipalidad de Cañuelas, escritos por el propio Lucio o en colaboración. La obra, eminentemente documental, incluye copias de planos, cartas, estadísticas, marcas de ganado, etc. A continuación la lista de lo hallable:
-Bases documentales para la historia de Cañuelas, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas, 1979, Intendente Ernesto López Freire.
-Bases documentales para la historia de Cañuelas (con Apéndice documental), Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas, 1994, Intendente Ezequiel Juan Rizzi.
-Cuadernos del Pago Nº 1, La primera escuela que se estableció en Cañuelas, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas y Junta de Estudios Históricos, 1992.
-Cuadernos del Pago Nº 2, El Carmen de Cañuelas, origen de sus tierras y población, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas y Junta de Estudios Históricos, 1992.
-Cuadernos del Pago Nº 3, Evolución demográfica cañuelense, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas y Junta de Estudios Históricos, 1993.
-Bases documentales para la historia de Cañuelas, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas, 1979, Intendente Ernesto López Freire.
-Bases documentales para la historia de Cañuelas (con Apéndice documental), Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas, 1994, Intendente Ezequiel Juan Rizzi.
-Cuadernos del Pago Nº 1, La primera escuela que se estableció en Cañuelas, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas y Junta de Estudios Históricos, 1992.
-Cuadernos del Pago Nº 2, El Carmen de Cañuelas, origen de sus tierras y población, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas y Junta de Estudios Históricos, 1992.
-Cuadernos del Pago Nº 3, Evolución demográfica cañuelense, Lucio V. García Ledesma, Municipalidad de Cañuelas y Junta de Estudios Históricos, 1993.
Otros estudios con su colaboración:
-Patrimonio de la producción rural en el antiguo partido de Cañuelas, Carlos Moreno, Fundación Arquitectura y Patrimonio, Buenos Aires, 1991.
-Cuadernos del Pago Nº 4, Patrimonio rural en la región bonaerense, Carlos Moreno, Municipalidad de Cañuelas y Subsecretaría de Cultura y Difusión e ICOMOS, 1996, Intendente Héctor Leonardo Rivarola, subsecretaria de Cultura Susana Frasseren.
-Cuadernos del Pago Nº 6, II Jornada de grupo de trabajo regional oeste bonaerense, Estancia San Martín (conclusiones), Colaboradores: Fukiko Fukunaga (D.N.O.P), Gabriela B. Mareque (CONICET), Susana Frasseren, María Lydia Torti, José M. Pérez Mendoza, Municipalidad de Cañuelas y Subsecretaría de Cultura y Difusión e ICOMOS, 1996, Intendente Héctor Leonardo Rivarola, subsecretaria de Cultura Susana Frasseren.
Repercusiones de las "Bases..." en medios nacionales-Patrimonio de la producción rural en el antiguo partido de Cañuelas, Carlos Moreno, Fundación Arquitectura y Patrimonio, Buenos Aires, 1991.
-Cuadernos del Pago Nº 4, Patrimonio rural en la región bonaerense, Carlos Moreno, Municipalidad de Cañuelas y Subsecretaría de Cultura y Difusión e ICOMOS, 1996, Intendente Héctor Leonardo Rivarola, subsecretaria de Cultura Susana Frasseren.
-Cuadernos del Pago Nº 6, II Jornada de grupo de trabajo regional oeste bonaerense, Estancia San Martín (conclusiones), Colaboradores: Fukiko Fukunaga (D.N.O.P), Gabriela B. Mareque (CONICET), Susana Frasseren, María Lydia Torti, José M. Pérez Mendoza, Municipalidad de Cañuelas y Subsecretaría de Cultura y Difusión e ICOMOS, 1996, Intendente Héctor Leonardo Rivarola, subsecretaria de Cultura Susana Frasseren.
Para la “gran historia” (por Zoraida J. Valcárcel)
El partido de Cañuelas, que hasta 1864 llegó a abarcar sesenta leguas cuadradas, está íntimamente ligado con tres aspectos importantes de nuestro pasado: las luchas de fronte a (Guardia del Zanjón, del Juncal, etcétera), la época de Rosas (Pacto de Cañuelas entre éste y Lavalle), y el perfeccionamiento de la ganadería argentina (introducción del toro Tarquino, de raza Durham y primeros pasos de nuestra industria lechera). Esto bastaría para justificar la búsqueda de documentación histórica sobre el partido y su publicación, pero el interés de este pequeño libro no concluye allí. Como toda investigación de la llamada “pequeña historia”, contribuye a aclarar y completar la “gran historia” con detalles localistas, algunos inesperados, que no suelen encontrarse en los trabajos de importancia o que se pierden entre el gran caudal de citas y fuentes bibliográficas. Además, ofrece la información encuadrada en el marco general de las actividades políticas, socioeconómicas, culturales y religiosas del partido, lo cual permite un enfoque más completo de ciertos temas (por ejemplo, el de la evolución de las estancias).
Contra lo que podría suponerse, tratándose de una recopilación documental, la lectura del libro dista de ser árida. Aquí y allí surgen detalles pintoresco o tragicómicos –“Entre los pasageros (sic) llegados en el Bergantín 'Caraboo' se encuentra un ternero…”, leemos en un diario de la época, refiriéndose a la llegada del Tarquino-, y otros que revelan los problemas de la reconstrucción histórica de nuestro pasado rural. El autor ha tenido la buena idea de respetar en todos los casos la ortografía original.
Esta nueva obra viene a sumarse, así, a la bibliografía que rescata la historia local de nuestros partidos y poblaciones. Al interés que suscita este tipo de documentación, se añade, en este caso particular, el hecho de referirse a un partido que, como dijimos al comienzo, ha desempeñado un papel importante en nuestro pasado político.
1979
El partido de Cañuelas, que hasta 1864 llegó a abarcar sesenta leguas cuadradas, está íntimamente ligado con tres aspectos importantes de nuestro pasado: las luchas de fronte a (Guardia del Zanjón, del Juncal, etcétera), la época de Rosas (Pacto de Cañuelas entre éste y Lavalle), y el perfeccionamiento de la ganadería argentina (introducción del toro Tarquino, de raza Durham y primeros pasos de nuestra industria lechera). Esto bastaría para justificar la búsqueda de documentación histórica sobre el partido y su publicación, pero el interés de este pequeño libro no concluye allí. Como toda investigación de la llamada “pequeña historia”, contribuye a aclarar y completar la “gran historia” con detalles localistas, algunos inesperados, que no suelen encontrarse en los trabajos de importancia o que se pierden entre el gran caudal de citas y fuentes bibliográficas. Además, ofrece la información encuadrada en el marco general de las actividades políticas, socioeconómicas, culturales y religiosas del partido, lo cual permite un enfoque más completo de ciertos temas (por ejemplo, el de la evolución de las estancias).
Contra lo que podría suponerse, tratándose de una recopilación documental, la lectura del libro dista de ser árida. Aquí y allí surgen detalles pintoresco o tragicómicos –“Entre los pasageros (sic) llegados en el Bergantín 'Caraboo' se encuentra un ternero…”, leemos en un diario de la época, refiriéndose a la llegada del Tarquino-, y otros que revelan los problemas de la reconstrucción histórica de nuestro pasado rural. El autor ha tenido la buena idea de respetar en todos los casos la ortografía original.
Esta nueva obra viene a sumarse, así, a la bibliografía que rescata la historia local de nuestros partidos y poblaciones. Al interés que suscita este tipo de documentación, se añade, en este caso particular, el hecho de referirse a un partido que, como dijimos al comienzo, ha desempeñado un papel importante en nuestro pasado político.
1979
La verdad respecto al encuentro Rosas-Lavalle
El jefe de Asesoría e Investigación Histórica del Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, José María Prado, efectúa algunas consideraciones en relación a la nota aparecida en esta sección el 10 de enero sobre el partido de la Matanza.
“A la mencionada nota -expresa- se le agrega una fotografía de una de las dependencias del casco de la estancia conocida como del Virrey del Pino que, como se sabe, era el padre político de Bernardino Rivadavia. Al pie de la fotografía decía: “Aquí conversaron Rosas y Lavalle, aludiendo a la entrevista y convenio celebrado entre ambos el 24 de junio de 1829. Sin embargo, en el art. 7º del citado acuerdo histórico –prosigue-, se señala que el encuentro tuvo lugar en la estancia La Caledonia, de Miller, en el partido de Cañuelas, y no en la estancia del Virrey del Pino. Por eso mismo, la historia recoge ese documento como la “Convención de Cañuelas” y está mal el señalamiento sobre la ruta 3.
Con esta documentación –concluye- hemos concurrido junto con el historiador de Cañuelas, Lucio García Ledesma, a la Academia Nacional de la Historia, donde expusimos nuestra tesis, que fue aceptada por su Presidente Dr. Enrique Barba.
“LA NACIÓN” 14/2/79
El jefe de Asesoría e Investigación Histórica del Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, José María Prado, efectúa algunas consideraciones en relación a la nota aparecida en esta sección el 10 de enero sobre el partido de la Matanza.
“A la mencionada nota -expresa- se le agrega una fotografía de una de las dependencias del casco de la estancia conocida como del Virrey del Pino que, como se sabe, era el padre político de Bernardino Rivadavia. Al pie de la fotografía decía: “Aquí conversaron Rosas y Lavalle, aludiendo a la entrevista y convenio celebrado entre ambos el 24 de junio de 1829. Sin embargo, en el art. 7º del citado acuerdo histórico –prosigue-, se señala que el encuentro tuvo lugar en la estancia La Caledonia, de Miller, en el partido de Cañuelas, y no en la estancia del Virrey del Pino. Por eso mismo, la historia recoge ese documento como la “Convención de Cañuelas” y está mal el señalamiento sobre la ruta 3.
Con esta documentación –concluye- hemos concurrido junto con el historiador de Cañuelas, Lucio García Ledesma, a la Academia Nacional de la Historia, donde expusimos nuestra tesis, que fue aceptada por su Presidente Dr. Enrique Barba.
“LA NACIÓN” 14/2/79
Esta nota del diario "La Nación" reproducida en las "Bases documentales", la cual vendría a confirmar que el pacto entre Rosas y Lavalle tuvo lugar en Cañuelas, es una muestra de la importancia del trabajo de García Ledesma a nivel nacional. Y asimismo, recordemos que dentro del cuadro histórico del encuentro en La Caledonia surge la leyenda del dulce de leche.
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