Recalt en la biblioteca
El
historiador Gustavo Recalt brindó en la Biblioteca la charla "La frontera
bonaerense: vida y sociedad 1770-1860", en el marco del Mes de la Historia
y la Identidad durante octubre. Elegimos algunos pasajes, donde trata
los inicios de los estudios sobre la Guardia del Juncal en nuestro partido, y
las investigaciones pendientes.
Gustavo Recalt agradeció en primer lugar a las autoridades de la Biblioteca Sarmiento y dijo que pensó un poco el pedido de que hablara de un tema puntual de Cañuelas: “yo le disparo a hablar cuestiones que hagan solamente a lo local. Ante la crisis del paradigma que vive la historiografía desde la década del ’90, hay toda una nueva línea de investigación de la cual nos hemos nutrido en la universidad. Y parece que no, pero una cosa es cuando uno habla en un congreso y otra en una charla con la gente del pueblo, como ahora. Si yo les digo: no vayan a creer que Cañuelas es la Cuna de la Industria Lechera, por ahí alguno se levanta y me pega una trompada, porque son afirmaciones que están instaladas en la gente. Pero no todo lo que decimos los cañuelenses sobre nuestra historia es cierto, a veces la pelota pega en el palo, puede entrar como no.”. Y continuó explicando que además es de la idea de unir la historia local a la regional, su aprendizaje en la Universidad de La Plata. Y que por otra parte, el respeto hacia García Ledesma –autor de las Bases Documentales para la Historia de Cañuelas y fundador del Museo y Archivo Histórico- le impide tocar un tema preciso de su libro o hacer una reseña.
Gustavo Recalt agradeció en primer lugar a las autoridades de la Biblioteca Sarmiento y dijo que pensó un poco el pedido de que hablara de un tema puntual de Cañuelas: “yo le disparo a hablar cuestiones que hagan solamente a lo local. Ante la crisis del paradigma que vive la historiografía desde la década del ’90, hay toda una nueva línea de investigación de la cual nos hemos nutrido en la universidad. Y parece que no, pero una cosa es cuando uno habla en un congreso y otra en una charla con la gente del pueblo, como ahora. Si yo les digo: no vayan a creer que Cañuelas es la Cuna de la Industria Lechera, por ahí alguno se levanta y me pega una trompada, porque son afirmaciones que están instaladas en la gente. Pero no todo lo que decimos los cañuelenses sobre nuestra historia es cierto, a veces la pelota pega en el palo, puede entrar como no.”. Y continuó explicando que además es de la idea de unir la historia local a la regional, su aprendizaje en la Universidad de La Plata. Y que por otra parte, el respeto hacia García Ledesma –autor de las Bases Documentales para la Historia de Cañuelas y fundador del Museo y Archivo Histórico- le impide tocar un tema preciso de su libro o hacer una reseña.
De esta manera, eligió un contenido que Recalt prepara para
los próximos Congresos de la Historia de los Pueblos de la Provincia en abril
del año que viene: La Frontera, y en Cañuelas La Guardia del Juncal “está poco estudiada, porque de esta guardia
se han encontrado pocos datos; lo que hay son los documentos que tenemos en el
Museo y lo que Don Lucio pudo recoger en su libro, apenas dos páginas” expresó
sobre el emplazamiento de defensa contra el indio hoy localidad de Udaondo.
“Yo tengo el pálpito que la Guardia del Juncal no se crea en
1771 de la nada, sino que se corrió hacia adelante. La frontera bonaerense
tiene eso: avanza y retrocede”. Y pasó a explicar la idea turneriana de
frontera (de Frederick Jackson Turner 1861-1932, historiador norteamericano),
uno de los temas anunciados para la charla.
“De la frontera militar
ya se ha dicho casi todo, hoy los intereses de los historiadores son otros”. Y
es el concepto de la frontera móvil, que toma todo lo que tiene que ver con la
organización de los grupos humanos; la frontera es “porosa”- utilizó ese
término- recibe o expulsa, así se da el intercambio de la economía y también de
personas, no sólo coptadas sino que deciden vivir “del otro lado” y hasta hacer
una “doble vida”.
De esta manera aparece la pregunta sobre el gaucho, ¿quiénes eran gauchos de toda esta gente que
vivió acá?, Recalt tiene varios estudios al respecto, tratando de buscar
este tipo de habitante particular un poco más atrás que la mayoría, en la
historia colonial. El historiador Carlos Mayo profesor de Recalt en La Plata,
que trajo el concepto turneriano de avance y retroceso de la frontera, afirma
en sus trabajos que durante el siglo XVIII todo lo que está entre Buenos Aires
y el río Salado, es frontera. En esa gran franja de tierra había todo tipo de gente,
y algo que todavía hoy se estudia es que del “otro lado” también hay gente con
formas de vida parecidas a las de éste, como chacras.
En varios documentos la Guardia del Juncal es llamada Guardia
de La Matanza, y es la misma guardia. Don Lucio tenía amistad con el
historiador Roberto Marfany, quien a través de su trabajo sobre el Fuerte del
Zanjón le hace conocer la Guardia del Juncal, Marfany dice que todas las veces
que Bernardino Lalinde, sargento mayor de La Matanza, habla del Fortín de La
Matanza, está hablando sin lugar a dudas de la Guardia del Juncal. Recalt
aventura que García Ledesma dejó esa parte sin investigar para no meterse en un
problema mayor “habrá pensado, esto lo puedo seguir después” pero no hizo
tiempo.
Luego de una polémica que se instaló en el semanario El Ciudadano en el 2003, Gustavo Recalt lleva a cabo una investigación con un grupo de gente. Muchos habían puesto en duda hasta la existencia de la Guardia del Juncal en Cañuelas, y la ubicación de la misma, en los campos propiedad de Ronaldo Urruti. Recalt llevó el caso al Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, en La Plata se formó una comisión y vinieron a medir. Se ubicó a la guardia en la loma más alta de la zona, a 800 metros al sur de la laguna del Juncal, “si uno va desde el aljibe de la casa de Ronaldo Urruti para el lado de la laguna, son ocho cuadras”, detalló.
Los datos surgen de un expediente de 1799, el cual trata de
un litigio entre Paula García de Guisande y un blandengue, José Figueroa, que
se arrogaba la propiedad de las tierras (en este pasaje recordó que era algo
lógico, ya que desde 1736 hasta 1796 aproximadamente no había papeles de
tierras de nadie, hasta que comienza la denuncia de las mismas). Este
expediente, más el plano realizado por el Alcalde de Hermandad de los Quilmes
en el año 1800 que García Ledesma fotocopia para su libro, dan el lugar exacto
de la Guardia del Juncal. De esta manera, se colabora para que en el año 2006
se la declare “Museo y Reserva Natural Municipal”. Antes, en 1997, Ronaldo
Urruti ya había donado las tierras para ese fin.
En esto de estudiar la frontera desde otro punto de vista,
humano y económico, Recalt descubre también que Cañuelas de 1820 a 1880 es uno
de los partidos con mayor cantidad de ganado lanar de la provincia, sino el
mayor. Hasta la explosión de la industria lechera hacia 1880, la verdadera base
material del partido era el ganado ovino. Y otro caso poco estudiado, son las
mujeres solas que empezaron a comprar tierras a principios del siglo XIX, y
citó en la zona el nombre de Petrona Blanco.
Habló de un período de paz en la frontera, entre 1785 a 1815, de intercambio cultural y económico, donde se cambiaban desde personas a elementos de necesidad. Temas que la nueva historiografía recién empezó a estudiar.
La charla terminó con diversas cuestiones que hacen al tema
del indio, y cómo las tierras más allá de la frontera también eran una válvula
existencial para el “civilizado”, bien como escape o disconformidad con ese
mundo.
Y en relación a la violencia ínsita de la misma, dijo “siempre
hay alguien que empieza con la crueldad, según cómo lo miremos, fue el blanco o
el indio”.
Audio completo de la charla:
Tomas en video de la página Cañuelas Noticias:
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