“Las aguas pasan pero el río queda”
(Poema de Horario R. Molina que Carlos Vega utiliza para ejemplificar las supervivencias que estudia el Folklore)
La Biblioteca Popular Sarmiento no tiene una historia escrita, si por historia entendemos un texto en donde amén de los documentos se despliega una literatura de adjetivos y perspectivas. Sin embargo tenemos valiosas investigaciones como las de Lucio García Ledesma y María Lydia Torti, que ya hemos subido a este blog.
La Comisión Directiva que asume en el año 1982 encabezada por Héctor Tonello, intentó hacer un recorrido de los más de cincuenta años de la institución sopesando y comparando diferentes períodos. La reseña fue publicada por el semanario El ciudadano cañuelense en cinco entregas.
Respetando con total exactitud el contenido y la escritura del mismo, subiremos la reseña histórica dividiéndola también en cinco partes. Cuando hallemos un error probado o interese ampliar la información, pondremos una nota al pie. Y aprovecharemos para mostrar viejas fotos.
Existe una imagen de un evangelio apócrifo en la que Jesús dice a sus discípulos o a los que allí estaban: “ustedes son los que pasan”, que Nietzsche retoma en el Zaratustra a su manera: “donde ya no se puede amar hay que pasar de largo”. La Biblioteca no puede tener un dueño, hoy somos nosotros los que pasamos, pero el río queda.
Foto: dos fundadores de la biblioteca: adelante Anibal Michellón, presidente del Club Estudiantes y segundo presidente de la Biblioteca, y un jovencísimo Carlos Vega.
Reseña histórica de la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento de Cañuelas (1)
Sin la pretensión de hacer historia, ni tampoco el relato exhaustivo de lo sucedido en torno a la vida de esta Biblioteca Popular de Cañuelas durante más de cincuenta años de vida, vamos a referirnos a algunos hechos que nos han parecido más significativos durante ese medio siglo, que desarrollamos en los siguientes temas:
1) Nace una Institución en Cañuelas.
2) La promoción del desarrollo cultural.
3) La Organización interna y la Promoción Educacional.
4) Los tiempos difíciles: la Epoca ingrata.
5) El resurgimiento. El cambio en la actitud popular.
6) La Biblioteca en el presente. En qué medida se dan los factores de progreso. (2)
Tema I. El primero de julio del año 1927 se inauguró en Cañuelas la Biblioteca Popular amparada en la Ley Nacional Nº 419, Ley Sarmiento, entidad que sería reconocida y protegida por la Comisión Popular Protectora de Bibliotecas de la Nación, en el Nº 1266, y años más tarde también “reconocida” por el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, con el Nº 94 (año 1945). Una Biblioteca Popular, es decir del pueblo, que no tiene ni puede tener otro dueño.
Hecho histórico de suma importancia para la educación y el progreso de Cañuelas en todos los aspectos, surgió gracias a la iniciativa y el empeño de Carlos Vega, escritor, musicólogo, estudioso de asuntos históricos, del folklore, etc.; y a la generosidad del Club Estudiantes de la localidad que, a dicho fin cedió el material de su Biblioteca Social (3), reservándose para sí el honor del bello gesto.
Consta en actas que el Presidente del Club Señor Aníbal Michellón, al dar a la Nueva Comisión, la posesión del local y existencias de la Biblioteca, bajo inventario (4), lo hace augurándole “prosperidad y buen suceso”.
Y el día 3 de julio de ese año, tuvo lugar en Cañuelas un lúcido acto cuyo primer objeto era comunicar al pueblo la buena nueva del surgimiento de su Biblioteca Popular y presentar la Comisión Directiva de la misma, que encabeza la Presidenta: Felisa Suescún de Arbeloa y como vicepresidente: Aníbal Michellón (5). Luego en ocasión de darse los estatutos, se denominó a la nueva Biblioteca “Domingo F. Sarmiento”, la figura que con toda justicia presidiría la obra cultural iniciada. (6)
Y no podía ser otro. Como en toda biblioteca popular, estaría Sarmiento con todo su poder de creación, con toda su pasión civilizadora, con todo el entusiasmo de su ánimo generoso, y una fe ciega en el poder del libro para mejorar al hombre, para que adelantara el país.
Sarmiento, que al referirse a las nuevas entidades de su creación, decía: “y de aquí el libro saldrá al encuentro de todos, como un organismo palpitante y vivo, que extiende sus brazos a la comunidad, para corregir la ignorancia, para asegurar las bases de la vida civilizada de la nación, para estimular a los ociosos, y despertar dormidos”.
Y sobre todo, para curar el mal social, que le dolía.
Fin de la primera parte (continuará…)
El ciudadano cañuelense, sábado 8 de mayo de 1982.
Notas
(1) Del original publicado respetamos inclusive la letra en negrita. La comisión que presidía la Biblioteca en aquel momento, por el período 1982-1984, era la siguiente: Presidente: Héctor Hugo Tonello, Vicepresidenta: Mabel Vera de Barbán, Secretaria: Nélida Vita de Sendra, Prosecretario: Alfredo Martínez, Tesorero: Miguel Castellani, Protesorero: Eduardo J.A. Vortaire, Vocales: Roberto Martínez, Rodolfo Morfese, Juan C. Rolandelli y Luis Javier Pico. Directora: María Lydia Torti.
(2) Lamentablemente no tenemos esta sexta parte aquí anunciada.
(3) No tenemos mayores datos sobre esta biblioteca. Ni tampoco podemos asegurar que se trate de la antigua biblioteca Franklin a la que hace referencia Torti (Orígenes de la Biblioteca (antes de su fundación) por la directora María Lydia Torti), si así fuera la cifra de libros ingresados sería ostensiblemente menor a la historiada por la profesora; Carlos Vega en su discurso inaugural del 3 de julio, dice: "tres o cuatrocientos libros constituyen todo el capital...", cuando la Franklin en 1881 ya poseía más de 900 ejemplares. La nueva biblioteca popular toma un espacio cedido por el Club Estudiantes hasta 1966, cuando es desalojada y pasa a ocupar dos habitaciones en la planta alta de la Escuela Nº 1, tal veremos más adelante, para luego mudarse en 1970 a sus instalaciones definitivas de Lara y 25 de Mayo.
(4) Desde luego este inventario fue perdido.
(5) Ver primera Comisión Directiva completa: Presidentes y Directores
(6) La fecha en que se aceptan los Estatutos, por Decreto del Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos de Aires, es 19 de diciembre de 1945. El nombre de Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento surge de la Asamblea Ordinaria que realizó la Comisión Directiva el 7 de abril de 1945, cuando presidía Alfredo Lamarca y actuaba de secretaria Marina Pujol, estando presente también el director Carlos Vega. Confirmamos la publicidad del nuevo nombre en dicho mes por la revista “Blanco y Colorado” que hacía el Club Cañuelas, la cual publica en su número de abril de 1945: “Biblioteca Popular de Cañuelas. Esta prestigiosa institución ha adoptado un nombre, eligiendo su Comisión Directiva el de Don Domingo F. Sarmiento. El recuerdo del gran sanjuanino queda unido así al de nuestra biblioteca popular.”
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