domingo, 25 de mayo de 2008


Orígenes de la Biblioteca (antes de su fundación) por la directora María Lydia Torti

La Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento: Crónica de sus orígenes

El nacimiento de la actual Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento, data de 1869 según investigaciones de Don Lucio García Ledesma. Fue creada por el Dr. Pedro D. Quiroga, quien se desempeñó como secretario de Sarmiento en 1875. Este promotor de la primera “Biblioteca Popular” en Cañuelas, la denominó “Franklin”.

Recordemos que el nombre de Franklin, proviene del político, científico y publicista norteamericano, Benjamín Franklin (1706-90), quien inventó el pararrayos. Como enviado especial trabajó en Europa, por la independencia de su país. Logró con modestos recursos establecer una imprenta en Filadelfia y publicó entre otros libros “Proverbios del viejo Enrique”, en que predicaba las virtudes del trabajo.

Para crear la institución se formó una “numerosa asociación”, entre los cuales Quiroga se contaba como uno de sus miembros, contribuyendo con libros y cerca de mil pesos en efectivo.

Según el periódico “El Porvenir de Cañuelas”, con fecha de Enero 29 de 1882-Año I-Nº22, se cita a las cinco de la tarde a una asamblea a fin de elegir entre los socios, quienes han de componer el “Directorio”, para el mencionado año.

Se hace una estadística de los volúmenes que poseía la Institución hacia 1881.

De Literatura 695
De Ciencias y Artes 131
De Historia y Geografía 168
Total: 994 volúmenes.

En la publicación “El Sud-Oeste” del 12 de Octubre de 1884-Año I-Nº 5, cuyo Director era el Sr. C.Troyteiro, se invita a los señores socios a una Asamblea General que tendría lugar en el local de la Sociedad, el domingo 19 del mismo mes, a las 4 en punto p.m con el objeto de nombrar la Comisión Directiva.

Se hacía esta convocatoria por tercera vez y por lo tanto se formaría igualmente la Comisión, aunque no se reuniera el número requerido, según lo determinaba el reglamento.

Se transcribe el estado financiero de la sociedad.

Existencia en caja: $ m/e 2671
A cobrar de la Municipalidad: $ m/e 1350
A cobrar de particulares: $ 2280
Total: $ m/e 6301

A pagar
Al bibliotecario, 3 meses $ m/e 909
$ m/e 5401.

La Comisión Directiva quedó conformada de la siguiente forma:

Presidente: D. Juan B. Corona.
Vice-presidente: Dr D. Manuel Acuña.
Secretario: D. Pedro Mujica.
Tesorero: D.Alfredo Acuña.
Vocales: D. Felipe Galizia, F. Tetamatti, V. Dábel y C. Troyteiro.

Entre los avisos de la «Sociedad Franklin» figura que se clausurará la Biblioteca hasta el 31 de diciembre, con el fin de clasificar las obras y garantizar “el buen servicio y el buen control”, con el movimiento diario de los volúmenes de la casa.

Se rogaba a todas las personas la devolución de los libros al 30 de noviembre; en caso contrario se le aplicaría lo dispuesto en el artículo 7mo inciso del Reglamento vigente. La Biblioteca permanecía abierta todos los días de las 12 a 4 p.m.

Con fecha 1º de Enero de 1885 se publicó la nómina de los socios de la Sociedad Franklin.

D. Desiderio Davel; Manuel Acuña; Manuel Espelosin; Tomás García; Felix Sabino; Bernardo Vigneau; José De Olaso; Tiburcio Elorga; Jorge Tettamanti; Agenor Abraguin; Miguel Irigoyen; Vicente L. Casares; Adolfo Gilly; Da Laurentina S. De Argüelles; D. Teodoro Gandía; Da Rita Rodríguez; D. Juan Rigo; José Machicote; Melchor González; Constantino Troyteiro; Luis E. Barreda; Francisco Evans; Da Juana Y. De Lizarralde; D. Félix Morris; Da María Semundegui; D. Emilio Argüelles; Alfredo Acuña; Da Catalina G. De Monteverde; D. Ángel Galizzia, Ángel Salvadeo; Da Francisca Barbosa; Vicente F. Dabel; Da Mercedes Ríos; Cirilo Ávila; Juan Veola; Da Avela P.De Risso; Martín Montes; Félix J. Tettamanti; Juan G. García; Da Justina Voll; José L. Galíndez; Da Dominga G. De Soliman; D. Juan B. Corona; Victorio Vivas; Fernando Martinez; Valeriano Barreda; Da Prudencia A. De Martínez; D. Felipe Basavilbaso; Antonio Alvarez; Pedro Mujica; Teodoro Gargiulo; Martiniano Villalba; Jacinto Dossi; Juan Altes; Manuel Lahitte; Leopoldo L. Grimau; José Galizzia (hijo); Felipe Galizzia.

Regocijémonos los cañuelenses, porque aquella “Sociedad Franklin” pionera en la cultura del pueblo perdura hoy entre nosotros, con pujanza y renovados bríos, ya que en 1999 se remodeló su edificio, sito en la esquina de Lara y 25 de Mayo. Consta actualmente de 18.000 volúmenes y 1.200 socios. Está dotada de la más alta tecnología al servicio del usuario: videoteca, televisor, videograbadora, grabador, cuatro computadoras, servicio de internet y fotocopiadora.

María Lydia Torti en su libro “Antiguas Crónicas Cañuelenses”, 2002, Ediciones El Gran Ángel
La señora María Lydia Torti (foto) se desempeñó 30 años como directora de nuestra institución. Junto a Carlos Vega, Blanca Ana Iribarne y la actual, Julieta Biato, es uno de los cuatro directores que la Biblioteca Sarmiento tuvo en toda su historia.

Torti toma como momento de nacimiento de la Biblioteca Popular la antigua Biblioteca Franklin, de la cual hemos hablado (La Biblioteca Franklin en el libro de García Ledesma ). Si bien nuestra biblioteca recibió elementos de ésta, la fundación como figura en el acta, acaece en 1927 junto a un nuevo grupo de personas (Presidentes y Directores). Por eso son correctos en la crónica los usos de los términos "origen" y "nacimiento", y no "fundación".

Y nota aparte, la denominación Biblioteca Popular Domingo Sarmiento recién se impone en 1945 cuando son aceptados los estatutos, antes era simplemente la Biblioteca Popular de Cañuelas.

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