"Entré, miré y me encontré con caras que hace tiempo no veía"
(Del antropólogo Ciro René Lafón, al visitar una muestra de Bigiotti en 1968).
El jueves 11 de noviembre de 2010 será un día que quedará grabado para siempre en la retina y la memoria de algunos. La cualidad de los verdaderos hechos artísticos a veces, es la de pasar por completo desapercidos o generar un inmediato impacto, que en esta muestra puede venir asociado a los términos "fealdad" , "suciedad" o inclusive "no me gusta".
"Los chicos feos", como los llamó uno de los primeros niños que se acercó, volvieron a exponerse en Cañuelas después de mucho tiempo. Ahí están los gauchos que pelearon en la frontera, los negros que murieron en el infierno de las injustificadas guerras, las viejas curanderas, los palos que recibieron los salvajes, los rostros pampas-araucanos, el canto interminable que surge de todos ellos desde los versos del Martín Fierro.
No nos permitimos una crónica hoy, sólo mostrar como formalidad algunas fotos esperando que a la muestra pueda disfrutarla la mayor cantidad de gente posible, y que éste sea el inicio de un camino de revalorización de una de las obras, salida de las manos de un artista cañuelense, más trascendentales de todos los tiempos.
Fotos de la apertura en picasa, con una selección de rostros de la primera parte.
ROSTROS DEL MARTÍN FIERRO POR REGINA BIGIOTTI
Los rostros del Martín Fierro de Regina Bigiotti recorrieron un largo camino hasta llegar a la Biblioteca Sarmiento. Todo comienza en 1963, con una serie “rostros pampas” que expresaban diecinueve estados de ánimos distintos, exhibidos por primera vez en la Casa de la Provincia de Buenos Aires (Capital Federal) en 1963.
Hacia 1967 surge la idea de hacer personajes del Martín Fierro, los cuales tienen su primera gran exposición en el Círculo Militar Argentino en 1968. Desde allí todas las muestras estuvieron conformadas por cuarenta y nueve rostros del poema, más el de su autor, José Hernández; presentaciones que iban acompañadas por la “Retreta del desierto” (1966), episodios de poesía y música militar que narran diferentes momentos de la Campaña del Desierto, el avance sobre territorio indígena llevado a cabo por el ejército de Julio A. Roca en 1879.
Más allá de lo expresado, la inclasificable creación de Bigiotti es, eminentemente, la interpretación libre de una obra que puede trascender todas las fronteras artísticas, literarias y políticas en busca de nuevos horizontes: nuestro Martín Fierro.
EL MARTÍN FIERRO DE BIGIOTTI
La primera parte de la obra El gaucho Martín Fierro (1872), también llamada la Ida, abarca treinta rostros y una selección de un promedio de 180 versos, desde los primeros “Aquí me pongo a cantar…” hasta cuando Fierro con su amigo Cruz entran al desierto, en el último canto (versos 2290-2300): “y a Fierro dos lagrimones/ le rodaron por la cara/ Y siguiendo el fiel del rumbo/ se entraron en el desierto”.
La segunda parte de la obra, La vuelta de Martín Fierro (1879), se extiende en los diecinueve rostros restantes sobre otros 100 versos, desde el primer encuentro de Fierro y Cruz con las tolderías de indios (canto 2, versos 260-270): “Dentra al centro un indio viejo/ y allí a lengüetiar se larga/¡quién sabe qué les encarga!/ Pero toda la riunión/ lo escuchó con atención/ lo menos tres horas largas/ Pegó al fin tres alaridos/ y ya principiaba otra danza/ para mostrar su pujanza", hasta los conocidos (canto 32, verso 4690): "Los hermanos sean unidos/ porque ésa es la ley primera/ tengan unión verdadera/ en cualquier tiempo que sea/ porque si entre ellos se pelean/ los devoran los de ajuera".
Esta muestra en la Biblioteca Sarmiento, tiene el rostro de José Hernández en el centro de la sala, desde allí comienza la primera parte de la obra.
EXPOSICIONES DESTACADAS:
-Casa de la Provincia de Buenos Aires (Capital Federal), 1963.
-Olavarría, 1963
-Itinerante en el Ferrocarril Belgrano (pasando por Tucumán hasta Jujuy), 1965.
-San Salvador de Jujuy (en “Sapo cancionero”), 1965.
-San Miguel del Monte, 1965.
-Cañuelas (Salón Municipal), 1967.
-Círculo Militar Argentino, 1968.
-Baradero, 1968.
-Cañuelas (Club de Leo), 1971.
-Cañuelas, 1973.
-Roque Pérez, 1979.
-Cañuelas (Escuela Estrada), 1980.
-Biblioteca Popular D.F. Sarmiento de Cañuelas, 2010.
LOS ROSTROS PAMPAS, ANTES DE SER EL MARTÍN FIERRO
“Los rostros presentados en esta exposición responden, fundamentalmente, al tipo denominado pampeano, es decir, correspondiente a la raza pampa-araucana, que dominaba la inmensa extensión de la Pampa austral, entre el mar y la Cordillera de los Andes; esa pampa que, a lo largo del tiempo, significaría el fundamento principal de nuestra economía nacional. Raza indómita, poderosa, bravía y esforzada, que dejó profundas huellas en la historia del pasado argentino.
"Con su deidad omnipotente: 'Guneche' y su genio del mal, 'Hualicho'; con su altivez y proverbial espíritu guerrero unían, también, honor a la palabra empeñada, bondad y paciencia. Signo palpable de esta virtud son las manualidades que ejercían en principio, las viejecitas, con suma delicadeza artística, preparando tramas de vistosísimos colores, tales como las matras frías, fajas, ponchos, etc. en colores extraídos de diversas raíces de plantas. Se dice que las 'mozas', al cuidado de las madres criollas, tejían finas cintas de vicuña, que combinaban con hermosos colores: rojo, azul, blanco o negro con las que trenzaban en menudas rosetas, mientras las viejas saboreaban el humo de sus cigarros de hoja ('cigarros del país') mirando a sus 'mozas' y 'gauchos' engalanarse con el arte de su maestría".
(Escrito por el señor Alday, "un cañuelense aficionado al tradicionalismo", para los primeros rostros pampas de la presentación en la Casa de la Provincia de Buenos Aires en 1963, antes de transformarse en los personajes del Martín Fierro).
INCLASIFICABLE
Una dificultad suma es la clasificación de esta obra. En Cañuelas nadie puedo hacerlo con exactitud, ni el maestro Héctor Durante -encargado de una de las últimas puestas en 1980- ni su hijo Rodolfo Morfese. Regina inclusive nos refrescó en estos días su visita al ilustre Juan Carlos Castagnino, quien en 1962 lleva al Martín Fierro con sus dibujos a uno de sus momentos cúlmines, el laureado pintor habría respondido a su consulta y pedido de consejo: "¿Qué quiere que le diga?, si es algo que nunca vi. Siga trabajando".
A pesar de la dificultad el trabajo de Bigiotti guarda relación no sólo con el Martín Fierro de Castagnino, sino también con el género historieta, en boga por aquellos años, recordemos que el Inodoro Pereyra (1972) de Roberto Fontanarrosa, según confiesa su autor, está inspirado en los dibujos de Castagnino. Y si hablamos de la correspondencia entre palabra e imagen, es insoslayable citar al mundialmente reconocido Molina Campos, quien tantas veces con los títulos adelantaba una mirada particular sobre sus cuadros costumbristas.
Ver el Martín Fierro con los dibujos de Juan C. Castagnino: http://www.literatura.org/Fierro/index.html
BIGIOTTI DIXIT
-¿Cuánto tiempo al frente de la Dirección del Distrito Provincial de Rentas?
-Más de treinta años haciendo carrera, claro. Cuando se creó la Dirección Inmobiliaria se hizo una prueba en la que estuve alrededor de tres años, después pasé a Rentas, y de allí se dio que me nombraron Jefa del Distrito.
-En esos treinta años habrá visto pasar muchas cosas...
-Tengo algunas anécdotas. No puedo decir que haya tenido problemas con alguien, ya que en primera instancia, quien nos paga es el público, y creo que cuando no se cumple con una función como corresponde, ya sea en una oficina pública o en cualquier otro empleo, se está estafando al Estado y al público.
-¿Cómo fueron esos años?
-Muy lindos, siempre ha habido mucha armonía.
-¿Conoció muchos intendentes?
-Por cierto, una vez el ex-intendente López Freire (que ejercía durante la dictadura militar) me dijo 'cómo hizo Ud. para campearse todas'..., a lo que agregó '¿qué es Ud.?' Yo le contesté que en principio era argentina, y que él en realidad me quería preguntar en qué sector militaba, ya que 'ser' es una cosa y 'militar' es otra. Yo le respondí que no militiba en ningún sector, ya que todos los gobiernos son mis patrones, y si no me gustaba tenía que irme.
-¿Cómo empezó a hacer este tipo de rostros?
-( ) Hacer todos los personajes sería demasiado, es muy dificil captar todas las expresiones ya que, por ejemplo entre la pena y la tristeza hay muy poca diferencia, y sin embargo no son lo mismo, la pena nace del alma, la tristeza del momento. Entonces para hacer cada rostro primero tuve que vivirlos, traté de ubicarme en el panorama, dentro de cada uno de los pasajes, y así nació este Martín Fierro.
La Palabra de Cañuelas, 14/06/1991
“Yo trabajaba, era empleada. Empecé estudiando Derecho, que después abandoné porque me di cuenta que el derecho no existe ( ). Todo empieza en mis clases de Arte decorativo que cursaba en Monte Grande, cuando mi profesora me propone hacer esculturas en hueso de rostros de dioses, por ejemplo de mitología griega y egipcia. Le dije que no, que no me parecía e iba a hacer caras de gauchos”.
"Y finalmente, la profesora de piano y la casi antropóloga -cursó cuatro años de la carrera- nos conduce a la habitación donde veremos los rostros. Antes nos detiene en un pasillo y muestra unas esculturas pintadas e imaginadas sólo con la forma de huesos de animales. '¿Que vés?' -pregunta. No mucho -respondo. 'Es un cura dando la misa', dice. Y remata: 'El hombre tiene un sentido desperdiciado: la vista. No vemos lo particular'".
La información de Cañuelas, 17/01/2007
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