sábado, 25 de julio de 2009


Libros y revistas de Caras y Caretas

La comisión directiva de la Biblioteca Sarmiento gestionó en el Centro Cultural Caretas y Caretas varias producciones. Entre las que encontramos cuatro libros y los últimos números de la revista dirigida por Felipe Pigna, que recibimos mensualmente.


Libros

-Entonces sólo la noche, Enrique Ferrari (relatos)
-Yo soy un extraño bucle, Douglas R. Holfstadter (Divulgación científica)
-Cómo pagar menos impuestos sin evadir, Mariano Otárola
-Cómo empezamos la Democracia, Daniel Larriqueta (sobre los primeros años de Alfonsín)


Revista Caras y Caretas, últimos números del 2009:

-Eva de la Argentina, Eva Perón, (Julio)
-El gran cabaret nacional, (Junio)
-El primer grito de la patria, La proclama de Chuquisaca, (Mayo)
-El subsuelo de la patria sublevada, Scalabrini Ortiz, (Abril)


El 26 de julio se cumple otro aniversario de la muerte de Eva Perón, fallecida en 1952. Caras y Caretas le dedica la tapa y varios estudios en su última revista.

Bajamos de www.carasycaretas.org/ la primera parte del artículo que presenta el tema dominante del número de julio:



Esa mujer, todas la mujeres

Guiada por la pasión y apasionada por la razón de una causa, entre 1948 y 1951 Evita construyó las bases de titanio de su trascendencia en la historia y del mito que la sobreviviría. Contó con la política económica y social del gobierno de Perón. Fue el escudo humano que protegió a Perón de las críticas; que medió en las huelgas de obreros inconformes, que respondió al odio del establishment contra la política económica; que reprendió a los burócratas con un desprecio similar al que se tiene con la traición. Evita era arbitraria, intolerante con los poderosos, protectora de los débiles. Sobre todo, era omnipresente y no sólo por la propaganda peronista: en cada acto donde se mezclaba con su pueblo, donde socorría a los enfermos, donde apoyaba a las mujeres, parecía dejar su vida y, efectivamente –ahora se sabe– la dejaba. En esos tres años se produjeron los cambios que hicieron del peronismo el movimiento popular más decisivo del siglo XX. Con su ayuda, Perón fundó el Partido Peronista al que después llamó Justicialista, por las banderas de justicia social, independencia económica y soberanía política. Evita abrazaba también la idea de que el peronismo reproducía el movimientismo del nacionalismo yrigoyenista, pero ella lo consideraba más un movimiento revolucionario, llamado a derramar la justicia social. A pesar de los enconos con la Iglesia católica, Evita creía que ese movimiento debía fundamentarse en el cristianismo y el humanismo. El movimiento era policlasista, en él tenían lugar los obreros y los empresarios que defendieran los intereses nacionales. Evita y Perón hicieron de la justicia social el núcleo de la ideología de esta nueva cultura política. Su modelo suponía la planifi
cación del Estado para ordenar el capitalismo y la humanización de las condiciones de vida y trabajo de los asalariados. Durante esos años, el Estado amplió su autonomía relativa respecto de las distintas clases y grupos sociales; medió entre trabajadores y patrones, legitimando las reivindicaciones laborales y también reguló al sector empresario, al que financió con subsidios de todo tipo para la formación de empresas industriales vinculadas con el mercado interno. Pero además Perón había ya nacionalizado el Banco Central y las empresas de servicios públicos.
Y dio un impulso nuevo a la construcción de viviendas, abrió el crédito bancario a los trabajadores, duplicó la infraestructura hospitalaria entre 1946 y 1951, alfabetizó a fondo la Argentina y erradicó muchas de las enfermedades endémicas vinculadas con la pobreza. La política social del peronismo, expresada con mística por Evita, consolidó su arraigo en los sectores populares. Justicia social, para Evita y Perón, significaba redistribución del ingreso. Entre 1948 y 1951, la participación de los trabajadores en el ingreso nacional fue in crescendo del 40 al 50 por ciento. La reforma constitucional de 1949 no sólo posibilitó la reelección de Perón sino que dio estatus constitucional a la legislación sobre los derechos económico-sociales de los trabajadores. Sobre esto se apoyó la vasta acción social de Evita. (Sigue en la revista)

María Seoane y Vïctor Santa María


Artículos y presentación del último número:
http://www.carasycaretas.org/revista_inicio.asp

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