lunes, 12 de julio de 2010


Reseña histórica de la Biblioteca Popular D.F. Sarmiento (segunda parte)




Imágenes: parte del tríptico invitación-programa del acto inaugural de la biblioteca el 3 de julio de 1927. Y la primera bibliotecaria, Angélica Echeverría, en las instalaciones de la biblioteca cuando estaba en el Club Estudiantes.



Esta segunda entrega de la reseña histórica de la biblioteca escrita en 1982, se detiene especialmente en el periódico Índice, órgano de la biblioteca popular, abierto en 1927 junto a la institución. Imaginemos lo que debe haber sido que la biblioteca tuviera periódico en un pueblo sin radio ni televisión y en donde las pocas publicaciones se ocuparían nada más que de la cambiante política. Otra “locura” salida de la mente y la pluma de su director Carlos Vega, adelantando años (1).

Las ediciones de INDICE no fueron muchas, con suerte superarán las diez; nosotros conservamos tres, donadas por la señora Irma García, parte de la primera comisión. Desde este impopular espacio hacemos un extemporáneo llamado para que todos volvamos a revisar nuestros papeles buscando un INDICE.

A la reseña que sigue la consideramos de valor, puesto que alude en más de una oportunidad a ediciones de INDICE perdidas.

Pórtico y Retorno del periódico INDICE, 1927 y 1938, respectivamente.
Reseña histórica de la biblioteca popular (primera parte).




Reseña histórica de la biblioteca popular D.F. Sarmiento (segunda parte)

La promoción cultural: La nueva entidad definía sus objetivos en estos términos: “Esta biblioteca es la 1ra. etapa de un movimiento que surge, sin otro afán, sin otro interés, que el de propender en la medida de sus fuerzas, al enaltecimiento del nivel moral, intelectual artístico del pueblo, sin dejar de considerar los intereses materiales del vecindario y su bienestar, justamente anhelado”.

En el mismo año de su fundación, la biblioteca publica el INDICE, su periódico: “con el objeto de favorecer y vigorizar el movimiento cultural que se iniciaba: el Indice según sus propias palabras, para ser escrito por hijos de Cañuelas y para ser distribuido gratuitamente entre los socios”.

Guillermo Etchebehere y Juan Torraca (hijo) fueron los redactores, desinteresadamente (2).

Indice comparte las preocupaciones del pueblo. En el Nº 1, apoya el proyecto de pavimentación de las calles de Cañuelas, así como la construcción de un nuevo teatro (anhelo que concretó luego la Sociedad Italiana).

En esa oportunidad Carlos Vega escribía: “No podíamos permanecer inactivos los hijos de Cañuelas, en presencia de un estado de cosas inmutables, en un pueblo fundado poco después del grito de la independencia, que ha visto asomar el Centenario de 1910 sobre el general progreso argentino, con su habitual insensibilidad para toda iniciativa que signifique renovarse y progresar”.

¡Tener el periódico, la comunicación con el pueblo! Un lujo, una ventaja que ojalá pudiera volver a permitirse la Biblioteca.

Y no faltaron cañueleros que se dedicaron a enviar su colaboración a INDICE...

Aquí una anécdota: Entre las colaboraciones figuró un día un envío de la señorita Teodora Bazán, maestra rural. No era residente en Cañuelas, no satisfacía el requisito impuesto. Pero los jóvenes redactores concedieron la excepción. Y en el INDICE Nº 3, segunda época, apareció la poesía que iniciaba así su canto: “INDICE, que sobre los estantes guardas, la clara cosecha de los sembrados”. Bien por los redactores, que supieron estimar la obra poética de una maestra rural que trocaba su aislamiento y soledad en poesía.

Entre los numerosos textos recibidos, que INDICE publica, no es fácil elegir algunos para transcribir aquí, ya que en todos se encuentra emoción, sinceridad y belleza, por ejemplo: La hermosa entrega que se titulaba “IGNORANCIA NUESTRA”:

"No sabemos mirar, ni ver
no sabemos hablar, ni oir,
ni tampoco callar…
¡Cuándo aprendamos a ser
dulces en la mirada
sensibles al buen amor,
a tener para todos una
palabra buena y a guardar la
saeta que puede lastimar!

Firmada: Jazmín Rosario Camogli

Sin contar los envíos de Guillermo Etchebehere, Juan Torraca, Oscar Guzzetti y otros muy numerosos, a pesar que en la localidad el ambiente no era muy estimulante (3).

En todos los casos se recurría al seudónimo, con excepciones. Quien se atrevía a publicar versos, no dejaba de correr el peligro de ser puesto en observación.

La Biblioteca organizó actos culturales inolvidables, contando con valores de alto merito artístico, como Lía Cimaglia, Amilcar Verdiar, Elsa Molina, María Luisa Anido y otros.

Todo esto sin dejar de preocuparse por aumentar el caudal bibliográfico, perfeccionar su servicio de lectura, etc. (Continuará)


El ciudadano cañuelense, sábado 15 de mayo de 1982.



Notas
(1) En relación a la actualidad o la etapa periodística de Cañuelas en 1927, existe el cuento de Carlos Vega “Poesía” , que hace con seguridad alusión al diario “El pueblo”, órgano político defensor de los derechos de la UCR, abierto en 1918, “El Radical’, semanario independiente, ‘de y para el pueblo’”, escribe Vega en lo que parece una ironía y no es otra cosa que la realidad. Desconocemos la duración del periódico, el cuento de Carlos Vega se publica en libro recién en 1932.
(2) Aquí por un error se refiere a los redactores de la segunda etapa del periódico, en 1938. En 1927, año de la fundación de la biblioteca, su redactor era el director Carlos Vega.
(3) Otra colaboradora notable de INDICE, aquí omitida, fue Marina Pujol, tan reconocida luego en el ambiente educativo cañuelense; en ese entonces de 20 o 21 años al igual que Guillermo Etchebehere, compañero suyo en la escuela primaria. Marina Pujol, quien en los años 40 actuara como secretaria, donó a nuestra entidad por testamento su biblioteca personal íntegra. Los casi 1000 ejemplares que ingresaron en el año 2002 se encuentran, inclusive hoy, en proceso de clasificación por falta de espacio físico. Los bibliotecarios actuales no conocimos a Marina, pero de su biblioteca deducimos tres de sus temas favoritos: la educación, la filosofía y la religión.

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