sábado, 13 de diciembre de 2008


Los kioscos y mi adolescencia, por María Emilia Floriani

El relato que ponemos a continuación, fue leído el 21 de noviembre en Plaza San Martín en el encuentro La Provincia en Estado de Lectura. El mismo apela al recuerdo, de momentos y lugares, muy definidos de Cañuelas.


Los kioscos y mi adolescencia

Recordar cosas vividas en Cañuelas, mi patria chica como manifiesto, siempre es algo especial en la vida humana y sus sentimientos.
Entonces, me pareció interesante recordar una vivencia de Cañuelas, de mi infancia y mi adolescencia, aquel primer "Kiosco" que yo conocí; hoy tiene otras determinaciones comerciales, pues los años han transcurrido y también pienso que alguien de la audiencia y de Cañuelas se debe acordar del primer kiosco de material, en la punta de la plaza principal, en Libertad y del Carmen, frente al Municipio.
¿Quién lo recuerda?
Pero te comento, y lo compartimos, que yo estaba cursando mi etapa secundaria. En ese entonces el alumnado que viajaba vía ferrocarril, llegaba al establecimiento educativo con "chupetines", pero no eran los que conocíamos y comíamos, eran los "Famosos chupetines bolitas".
Fue una revolución en el Establecimiento Educacional, la Escuela Nacional Normal Mixta, Anexo José Manuel Estrada de Avenida Libertad y Pedro Mozotegui, fue un furor de estudiantes.
Cómo olvidarme de los consejos a los alumnos del Vice director Sr. Guzzetti, o las palabras de la Sra. Alicia Garavaglia, nuestra preceptora; los "chupetines bolita", que hoy y a esta altura de mi vida comparto con mis nietos, la familia,la Abuela ¿Un "patín" o "caramelo"?...los más pequeños.
Los chicos, ahora dicen: voy al "ciber". Y el lugar es un kiosco, con computadoras y juegos, a veces de una violencia inusitada.
En estos ambientes de distracción donde disponer de gran variedad de golosinas, gaseosas, inclusive cigarreria y tarjetas telefónicas, yo recuerdo algo particular, si hacen memoria, recordarán otro kiosco, al que llamábamos "kiosco de madera" y que estaba en el andén de la estación, al reparo de un gran paraíso, pasando el puente.
Las revistas de esa época, como Antena, Radiolandia, Patoruzito, El Tony, Tarzán y Para Ti las colgaba el dueño, en aquellos hilos peludos de la época. En septiembre el kiosco estallaba por la florecencia del árbol que los cobijaba y en invierno se adormecía con el peso de las bolillas amarillas.
Del ayer quedan las vivencias, los recuerdos. Hoy el progreso y los servicios en un kiosco "todo terreno".
Era tan lindo recibir al canillita "Don López" o "Don DAMICO" trayendo el diario y avisando que el "jueves llega Billiken" o "Selecciones Escolares Infantiles", el lunes.
Son recuerdos, memorias y vivencias.


María Emilia Floriani

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