lunes, 19 de abril de 2010


Resultados de la encuesta ARGENTINOS del siglo XIX. Y qué hacemos con los próceres

“Pocos son los hombres que han hecho algo por este país y han podido o querido descansar en él. Mariano Moreno, el revolucionario, murió en alta mar; San Martín, el libertador, en Francia; Rosas, el dictador, en Inglaterra; Sarmiento, el civilizador, en Paraguay; Alberdi, el de la Constitución, en París; Gardel, que nos dio otra voz, en Colombia; el Che, de la utopía, en la selva de Bolivia.

Es como si el país y su gente no fueran una misma cosa, sino un permanente encono que empuja a la separación, al exilio o al desprecio”.


Borges: el símbolo de un encono permanente, artículo de Osvaldo Soriano en Página/12 a la muerte de Jorge Luis Borges en 1986.


-Neustadt: Fíjese; Rosas murió en Inglaterra; San Martín en Francia; Rivadavia en Cádiz, Bouchard, Mariano Moreno...
-Perón: Sarmiento en el Paraguay... Parece que es una tradición (se ríe). Es un problema de incultura política.

Entrevista a Juan Domingo Perón por Bernardo Neustadt, diciembre de 1968



A estos dos disparadores que trajimos, para completar los personajes elegidos en las encuestas de los siglos XIX y XX, podemos agregar: Borges –ya lo decía Soriano-, eligió morir en Ginebra; Perón, el Presidente más veces votado, tuvo su partido proscripto y pasó 18 años en el exilio; Yrigoyen, falleció a poco de ser derrocado; Urquiza y Güemes, mueren acorralados, uno por sospechas de traición y el otro por el mundo civilizado; Alem, Favaloro y Alfonsina, por mano propia, excepción hecha de la enfermedad de Storni, los tres incomprendidos y fagocitados por las mezquindades de su tiempo. De Perito Moreno nos ocupamos al final. Ahora veamos los resultados de la encuesta ARGENTINOS del siglo XIX:



A la pregunta: ¿Cuál fue el argentino o la argentina más grande del siglo XIX? (sobre 72 votos: 21 en el blog, 51 en la biblioteca). La gente habló:

  • Mariano Moreno 11 votos (15 %)
  • Mariquita Sánchez 3 votos (4 %)
  • Bernardino Rivadavia 1 voto (1.4 %)
  • José de San Martín 19 votos (26 %)
  • Manuel Belgrano 10 votos (14 %)
  • Juan Manuel de Rosas 2 votos (2.8 %)
  • Domingo F. Sarmiento 7 votos (9.7%)
  • Justo José de Urquiza 2 votos (2.8%)
  • Juan Bautista Alberdi 1 voto (1.4%)
  • Martín Güemes 9 votos (12.5%)
  • Juana Manuela Gorriti 0 voto (0%)
  • José Hernández 1 voto (1.4 %)
  • Francisco Perito Moreno 4 votos (5.5%)
  • Julio A. Roca 1 voto (1.4%)
  • Florentino Ameghino 1 voto (1.4%)
  • Leandro N. Alem 0 voto (0%)


Algunos comentarios de la gente: voto a San Martín: ¿Y a San Martín quién le gana?; voto a Roca: ¿San Martín y Moreno?, estos deben haber sido los chicos. Te voy a explicar: Roca no 'conquistó el desierto', la palabra es 'habitó', hizo pueblos donde no había nada, lo digo porque ahora está ese discurso de que era un represor. A 'Soy Roca' de Felix Luna ya lo leí dos veces, y no quedan dudas. Ah, y San Martín no puso las bolas donde había que ponerlas; voto a Rosas: "me baso en una sola cosa: el General San Martín le legó su sable"; voto a San Martín que comenta a Rosas: "me gusta cómo manejaba la política"; voto a Urquiza: fue un caudillo progresista, el primero en traer adelantos para la agricultura del exterior. Quería un país federal, y no tenía ambiciones políticas. Lamentablemente la historia de este país borró el nombre de uno de los caudillos populares más queridos por la gente; voto a Sarmiento: "y...sin educación no tendríamos nada de todo esto"; voto a Florentino Ameghino: ¡Florentino Ameghino! ¿ves? este voto es para los chicos que se quejan de que hoy no hay oportunidades, toda esta gente hizo el país con nada. A Florentino Ameghino el único que lo ayudó en sus viajes científicos a la Patagonia fue su hermano".




Francisco Perito Moreno (1852-1919)


“Tengo 66 años y ni un centavo… Yo, que he dado mil ochocientas leguas a mi patria y el Parque Nacional, donde los hombres del mañana, reposando, adquieran nuevas fuerzas para servirla, no dejó a mis hijos un metro de tierra donde sepultar mis cenizas…”

Estas palabras pertenecen a Francisco Pascacio Moreno, más conocido como Perito o “Pancho” para los amigos, el primer argentino en explorar la Patagonia de océano a océano y ver en propios ojos sus bellezas naturales; dio nombre a la mayoría de los lagos y montañas del sur, y sentó las bases de la demarcación del territorio con Chile. En sus arriesgadas excursiones trató a los indios de igual a igual, haciéndolos sentir también argentinos, a través de difíciles acuerdos de palabra que en varias ocasiones pudieron costarle la vida. El cacique mapuche-tehuelche Sayhueque lo llamaba “compadre”.

En el libro de la colección Identidad Nacional “Reminiscencias” que presentamos en la entrada anterior, se leen palabras suyas como las siguientes: “Treinta y cuatro años han transcurrido desde que el cacique Ñancucheo desapareció defendiendo el suelo en que nació, desde que con medios violentos, innecesarios, quedó destruida una raza viril y utilizable”.

Pocos años después de las primeras excursiones de Perito Moreno, la denominada “Conquista del desierto” comandada por el general Julio A. Roca, avanzaba sobre el mismo territorio y luego repartía cerca de 8 millones de hectáreas entre 700 militares de la campaña.

El ministro de Relaciones Exteriores de Roca, Bernardo de Irigoyen, le encargó a Moreno la preparación de un mapa de la Patagonia para solucionar el antiguo litigio con Chile, y ahí propone su fórmula de las “altas cumbres” divisoras de aguas. La tesis de Moreno fue confirmada en 1903 por el arbitraje británico, que aseguró a la Argentina la soberanía sobre extensas zonas de litigio. Luego del fallo, el comisionado inglés Thomas Holdich, escribió: “Todo lo ganado por la Argentina al oeste de la división continental de las aguas se debe a los esfuerzos del Perito Moreno”. El gobierno dispuso como recompensa, cederle veinte leguas a su elección entre los campos fiscales de Neuquén. Moreno sólo aceptó tres, ubicadas en las proximidades de Puerto Blest, Laguna Frías y el volcán Tronador, y donó todas para que su preservación, en lo que luego sería el Parque Nacional Nahuel Huapi, el primero del país. El resto de las leguas las vendió para financiar comedores para desposeídos.

En 1910 fue elegido diputado nacional. Su pasó por el Congreso fue breve pero feliz en iniciativas, vinculado con un tema por el que había manifestado en los últimos tiempos particular interés: la educación. Así en 1911 renunció a su banca para ocupar la vicepresidencia del Consejo Nacional de Educación. Desde allí creó los Jardines de Infantes para barrios obreros y modificó sustancialmente los programas de estudios para adultos, adaptándolos a las necesidades de los obreros que concurrían. Estableció el suministro del vaso de leche y pan en las escuelas primarias. Unos años antes había creado la institución Boy Scout Argentino, filial local de la iniciada en Inglaterra por Baden Powel.

Antonio Requeni, en el prólogo del libro que citamos y de donde fueron sacados estos datos, expresa que habría que escribir una novela o hacer una película donde se recrearan las aventuras de Francisco Moreno y, a la vez, el vínculo humano, mezcla de hostilidad y afecto que lo unía a los indígenas y en particular a los caciques.

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